lunes, 5 de junio de 2017

¿Creatividad vs. tecnología?


Las separaciones que hasta hace pocos años existían en el mundo de las comunicaciones de marketing se están disolviendo rápidamente. Con el avance de la tecnología y la internet, las esferas del marketing y los medios, de las agencias creativas y las consultoras, las de la publicidad y las relaciones públicas, la publicidad y el entretenimiento, el retail y el e-commerce ya se funden en algo que hace casi irreconocible el territorio de unas y de otras.

Los marketers se encontraron de pronto con herramientas increíbles, pero emergió a la vez un “pequeño” problema: en su mayoría no sabían cómo utilizarlas. Por su parte, las agencias de publicidad se encontraron con una nueva competencia: las firmas consultoras. Estas, que tienen un profundo background en la estrategia de negocio y la tecnología empresaria, están agregando agencias creativas a su arsenal de soluciones, mientras las grandes agencias que no tienen consultorías in-house están expandiendo su oferta para mostrar que entienden la estrategia del negocio y del rol de la tecnología en el marketing y mantenerse a la par de las firmas consultoras.

Hoy, la percepción de marca ya no es suficiente, se necesita también crear una gran experiencia del consumidor. Los marketers se han dado cuenta de eso y ahora están usando la data para ver qué es lo que seduce a los consumidores y qué les resulta indiferente. Para las agencias, esto significa abrazar el enfoque conducido por la data que los consultores han venido aplicando desde hace mucho tiempo. Las agencias necesitan proveer no sólo el mensaje justo para el producto, sino también las herramientas adecuadas de marketing para conducir ese mensaje, y medir los resultados.

Sin duda, la creatividad continuará siendo esencial para el éxito del marketing, pero será sólo una parte de la solución que necesita el negocio, y no toda la solución. Ya no se trata sólo de emitir comerciales durante el prime time para vincular a una marca con su audiencia. La cuestión radica en crear un contenido significativo que la gente disfrute genuinamente. El contenido impulsado a través de los medios es marketing para una audiencia moderna y digital, y sólo es posible a través de canales de medios elegidos con precisión. El engagement es todo, dicen los expertos.

Pero aunque hablar de la “crisis creativa” pueda parecer un asunto viejo,
no pasa una semana sin que alguien, en algún lugar del ecosistema de la publicidad, pida poner menos el foco en la data y la automatización y más énfasis en la creatividad y el relato de historias. Todavía hay una enorme división entre los mundos de la creatividad y la tecnología. A medida que la inversión en programática sigue subiendo, crece la incertidumbre en torno a dónde se acomoda la creatividad en un mundo apoyado en las plataformas tecnológicas y conducido por la data.

Con este telón de fondo, algunos llegaron a proponer la incorporación de un “tecnólogo creativo” dentro de la agencia para cubrir la brecha que existe entre esas dos capacidades diferentes, la creatividad y la tecnología.
Demasiadas agencias creativas o bien han fallado en evolucionar en línea con las últimas innovaciones tecnológicas, o bien se han apropiado de la creatividad publicitaria tecnológica, pero fracasaron en explorar cómo pueden esas campañas ser escaladas efectivamente utilizando la tecnología. Del otro lado, la ad tech ha permitido un mayor volumen y proliferación de los mensajes, dándoles a las marcas un sentido de urgencia para usar tanto como sea posible, pero perdiendo la calidad artística en el proceso.

Lo que está emergiendo ahora en algunas compañías tecnológicas innovadoras es un enfoque consultivo a lo largo de los productos, con un mix versátil de metodologías, que permitan a las firmas acercarse a cualquier brief con una respuesta conducida por la creatividad o por la tecnología. En un nivel fundamental, aunque la tecnología publicitaria todavía necesita abrazar mayor creatividad y mayor consideración sobre cómo resaltar –antes que disputar- la experiencia del consumidor, no caben dudas de que el futuro de la publicidad será impulsado por la tecnología.

Desde la perspectiva de una agencia, hay una necesidad vital de entender mejor la tecnología internamente, además de reconocer como puede la agencia ayudar a los clientes a alcanzar mayor alcance y escalar las campañas creativas. Para hacer eso con un módico éxito, David Hillier, jefe de creatividad de la agencia Adform, sugiere aplicar cuatro ideologías clave:

1)    Entender las herramientas disponibles para el relato de historias. No se trata solamente de crear valores, sino de desplegarlos efectivamente para producir un impacto emocional. Hasta los valores más simples pueden crear una experiencia cautivadora si se los usa en la forma correcta. Esto requiere una conexión artística con el usuario.

2)    Encuentre formas de colaboración. Los creativos de agencia no tienen por qué comprender las complejidades y los matices de las plataformas tecnológicas. Utilice las consultas con las compañías tecnológicas y permítales realizar consideraciones creativas. Instile simbiosis creativa y elimine todo cinismo hacia esas compañías para impulsar el beneficio de los creativos. Considere la relación entre los creativos y la tecnología como una que se establece entre la magia y los trucos.

3)    Presente un frente unificado. Esto es clave para romper la secuencia de eventos que existe durante los lanzamientos de campañas, que casi siempre dejan a las compañías creativas en un lugar rezagado. Mantenga a toda costa una dosis de introspección, pero abandone cualquier intransigencia. La tecnología no es la solución de oro; no obstante, los múltiples protagonistas de la industria tienen que actuar como un conjunto.

4)    Piense más como una compañía tecnológica. Preste atención a los cambios exponenciales que la industria arroja todo el tiempo. Sea ágil y encuentre caminos informados y cerebrales para responder a las necesidades del cliente y engendrar el crecimiento de soluciones ajustadas al producto. La rigidez debe ser reemplazada por la fluidez, y la innovación necesita ser utilizada como un concepto práctico, no como una palabra de moda. La tecnología debe expandir las posibilidades, no contraerlas o amortiguarlas.

La realidad es que en el mundo programático digital, creatividad significa ejecuciones brillantes y basadas en la data, y un foco sobre la experiencia del consumidor. Para cualquier agencia que realmente quiera abrazar el infinito medio de la tecnología es clave producir entretenimiento, utilidad o una resonancia emocional en una audiencia.

Las agencias están atravesando un punto de inflexión. Aquellas que no estén singularmente enfocadas en la tecnología para escalar la experiencia del consumidor verán peligrar su supervivencia. Pero tienen una oportunidad de reinventarse, como lo han hecho tantas veces en la historia. Su fortaleza indiscutida, su mejor talento en pensamiento estratégico y en creatividad, las ubica en una posición de privilegio frente a los clientes. El publicitario de hoy debe volver a ser un consultor calificado como el publicitario de hace cuarenta años.

En tiempos de desarrollo avanzado de inteligencia artificial, de búsqueda de exactitud en el retorno de la inversión, de interacción personal con el consumidor, como siempre, lo que diferencia lo perdurable de lo descartable continúa siendo el trabajo, la perseverancia y el talento, ahora con el complemento de las herramientas tecnológicas.

Fuentes consultadas: Advertising Age y adlatina.com