miércoles, 5 de diciembre de 2012

Algunas claves para construir una marca.


“El construir y llegar a contar con una marca de valor excepcional, es el resultado de una trayectoria sostenida de talento y capacidad empresarial”, sentencia en su primera frase la web de Grandes Marcas/Marketing Hall of Fame de Argentina, un emprendimiento destinado -como aclara la misma página- al “reconocimiento de empresas y marcas que hayan logrado éxito sostenido en el tiempo en sus respectivos mercados, marcas que hayan realizado una sobresaliente contribución a la disciplina del marketing por la vía de la calidad superior, la innovación y el profesionalismo de su gestión”.

Pero, ¿cómo se construye y se da valor a una marca? ¿Qué influencia tiene la publicidad en la construcción de una marca? ¿Qué es lo que hace a las marcas ser "grandes marcas"?
A continuación, algunas respuestas recopiladas entre los responsables de las agencias consideradas Brand Builders:

Cómo se construye una marca

Primero hay que definir un posicionamiento y una personalidad. Cómo queremos que sea percibida la marca. Luego, hay que ser coherentes y consistentes a lo largo del tiempo en el manejo de todas las variables del marketing mix, incluyendo las decisiones en cuanto a precio, desarrollo de producto, distribución y comunicación publicitaria.
La construcción de una marca es compleja y debe comprender muchos aspectos que no sólo están relacionados con la comunicación publicitaria. La decisión del manejo de la marca, por ejemplo, en relación con su canal de ventas es clave. Pero podríamos decir que largo plazo, imaginario, tono y hechos son cuatro conceptos clave.
Por último, es la gente la que termina de construir las marcas. Las compañías y las agencias aportan varias partes del rompecabezas y la gente termina de armarlo. El trabajo en conjunto de anunciantes y agencias es pensar el hacia dónde, el cómo, definir qué lugar quisiera ocupar la marca.

Cómo ayuda la publicidad en la construcción de una marca

La publicidad aporta a la marca formas de entender y llegar al consumidor. El contenido y el formato de lo que tenga para contar una marca hoy van de la mano: Y es en la interactividad de estos elementos con el consumidor donde la publicidad hace su aporte.
La comunicación es un punto más en el contacto de la gente con las marcas, quizás el más importante. En la tele, en la web, en el diario, la marca habla, dice cosas, genera sensaciones, emociona, y de ahí se va construyendo el vínculo. La publicidad conecta a la gente con las marcas. Creando mensajes que llamen la atención y prometan algo coherente con la imagen e identidad de la marca. También dirigiendo acciones que cumplan la promesa de marca para cualquier audiencia, en cualquier punto de contacto, en todo momento. El trabajo de una agencia de publicidad es ayudar a sus clientes a construir marcas duraderas, que formarán parte de la vida de los consumidores, inspirando su lealtad y ganando su confianza.
Las marcas tienen muchos eslabones que le dan forma, incluyendo a la gente que utiliza la marca y a aquellos que trabajan para ella. La gente que la vende. La gente que escribe sobre ella. La gente que la analiza. Las actitudes y comportamientos de todos los eslabones de una marca deben tenerse en cuenta ya que contribuyen al posicionamiento e identidad en el mercado.
La publicidad es la manera a través de la cual las marcas se conectan masivamente con los consumidores. Dentro de un marco estratégico definido, el objetivo de la publicidad es generar identificación con los consumidores. En la actualidad, es muy importante la elección de medios que hacen los responsables de las marcas para conectarse efectivamente con los consumidores.

Qué es lo que hace a las marcas llegar a ser "grandes marcas"

Principalmente, que ocupan un lugar “grande” en las cabezas y en los corazones de la gente. Las marcas se hacen aprendiendo, escuchando, estando en sintonía con los consumidores, animándose a correr ciertos riesgos, siendo coherentes en su trayectoria.
La permanencia y vigencia en el tiempo son fundamentales. Luego, según los casos, pueden descollar por la inteligencia, la osadía, el aprovechamiento de una oportunidad, la ventaja diferencial de un producto... Las grandes marcas resisten la tentación de la moda y, a la vez, tienen una extraña conexión con el pulso de la actualidad.
Todo pasa muy rápido por lo cual las marcas, por muy grandes que sean, deben estar “alertas” para no perder la conexión con los consumidores. Las grandes marcas no dependen del resultado de una campaña puntual o de una acción aislada sino que son el resultado de muchos años de presencia en un mercado, generando una conexión relevante con sus consumidores.
Las grandes marcas tienen una filosofía determinada, una clara personalidad y un sistema de valores propios que sostienen a lo largo del tiempo. Por lo tanto, las grandes marcas identifican los consumidores, cuidan de ellos y buscan convertirlos en fanáticos de las marca.

Cómo contribuyen los consumidores en la construcción de una marca

Así como un actor no es nada sin su público, una marca no es nada si los consumidores no la incluyen en su vida, si no pueden hablarle, tomarla y hacerla propia.

Son los consumidores los que hacen que una marca sea lo que es. Su poder no está sólo en la compra, sino también en que terminan de armar lo que la marca representa. Y también son en parte voceros de las marcas. Antes con el boca a boca, con las recomendaciones. Ahora con las redes, opinando, quejándose, haciéndose fans, generando contenido.
Entre el consumidor y el producto o el servicio se construye una relación profundamente personal. El consumidor genera sentimientos, emociones y recuerdos con las marcas a largo de su vida, por lo que construye un lazo emocional con ellas.
Asimismo, este vínculo le permite ser juez y parte en su relación con las marcas.

jueves, 1 de noviembre de 2012

¿Por qué contratar una agencia de publicidad?


Cada vez es más habitual que empresas anunciantes, no sólo pequeñas sino incluso grandes e importantes, soliciten los servicios de diseñadores u otros profesionales para hacer el trabajo que normalmente realiza una agencia de publicidad. Evidentemente hay quienes han considerado la posibilidad de NO trabajar con una Agencia de Publicidad, pensando en ahorrarse el pago de la comisión de medios o cualquier otro concepto de servicio de agencia.

Si bien es cierto que el ahorro puede aparecer atractivo en principio, también es cierto que al desaparecer una agencia NO desaparece la necesidad de realizar el trabajo que ésta desempeña.
Es más: hacer este trabajo a través del personal interno de la empresa directamente con un Proveedor individual de materiales o con un Medio de Comunicación -que suelen ofrecerse gentilmente a crear la pieza sin costo adicional a sus servicios- se traduce muchas veces en costos mayores y casi siempre en una menor calidad. O lo que es peor aún, en una flagrante incoherencia con el posicionamiento y la personalidad de la marca. Como reza el viejo adagio, “lo barato suele salir caro”.

Veamos si estos puntos justifican o no ahorrarse el pago a una Agencia de Publicidad. 

1.  Elaborar la propia publicidad requiere por lo menos de un departamento de creatividad y arte que, si está dentro de la misma empresa, no necesita ser competitivo. Eso se traduce muy pronto en una creatividad más pobre y tal vez también en costos mayores.

2. Una sola empresa no estaría dispuesta a pagar el nivel de sueldos que merecen un director de arte o un redactor de primera línea. Y si lo hiciera, toda su escala salarial quedaría desequilibrada.

3. Los redactores y diseñadores necesitan variedad en su trabajo para perfeccionar sus destrezas. Cuando se aburren de hacer siempre lo mismo, se nota en el resultado final.

4. A una empresa le resultaría costoso acumular la experiencia y la infraestructura necesarias para manejar diferentes Medios de Comunicación, mientras que para la Agencia ello forma parte de su actividad cotidiana. Y si la empresa compra espacios en los medios directamente, necesitará de los servicios de Planificación que pueden ofrecer algunas agencias.

5. Al ser un proveedor externo, la Agencia tiene más objetividad: puede mirar al negocio y sus productos desde el punto de vista del público más fácilmente que los empleados de su propia empresa. 

En suma, como bien dice el dicho, “Zapatero a tus zapatos”

Agradecemos la colaboración de Sergio Bangher 


viernes, 7 de septiembre de 2012

Andrew Speyer: “Parece que los clientes están buscando lo más barato y lo más rápido”.


En una época difícil para la planificación estratégica –a causa de la crisis- Andrew Speyer destaca que las campañas que realmente hacen la diferencia provienen de una forma diferente de pensar al público, con un insight respetuoso, innovador y siempre fresco.
Comparto algunos conceptos del actual managing director de la agencia Wing, y anteriormente planner en Crispin Porter & Bogusky, vertidos en una charla con Adlatina:

Yo intento vivir de acuerdo a la simple regla de mi madre para vivir bien: “Nunca hagas nada que no te gustaría ver impreso en un periódico"
Para mí, las mejores campañas son aquellas que dependen de una forma diferente de entender a las personas a las que se intenta alcanzar. Hay un montón de campañas buenas, entretenidas, divertidas, que pueden venir o no de entender realmente a la gente. Y esas están bien. Pero las mejores son las que dicen algo sobre la gente y la cultura en una forma que no haya sido pensada antes.

Para desarrollar un buen insight, lo primero es el respeto por la gente con la que se está hablando. Lo segundo es la creencia de que todos los días pueden traer una nueva forma de mirar las cosas que ya vimos un millón de veces antes. Y lo tercero es que un buen insight siempre debería sentirse fresco, incluso si está enraizado en eternas verdades humanas. Si está demasiado trillado o es viejo, nadie lo va a encontrar interesante.
Percepciones profundamente enraizadas pueden ser cambiadas con un insight y una estrategia correctos.
En Wing recientemente hicimos un spot para Partnership for Drug Free America, que dependió de un insight interesante sobre qué piensan los latinos sobre los “niños buenos” y los “niños malos”. Es sorprendente y estoy orgulloso de este trabajo.

Odio decirlo, y sé que mi perspectiva es limitada, pero yo pienso que en los Estados Unidos, el planning estratégico puede estar perdiendo algo de su glamour. Yo creo que los planners que conozco son inteligentes y que nunca trataría de hacer publicidad sin ellos. Pero, en el medio de la recesión, parece que los clientes están buscando lo más barato y lo más rápido, a veces a expensas de lo más inteligente. Y las piezas más inteligentes son aquellas en las que supuestamente los planners realmente ayudan.

Y por casa, ¿cómo andamos?

Fuente: Adlatina.com

miércoles, 29 de agosto de 2012

Avis ya no trabajará duro


Después de cincuenta años, Avis se despide de la tagline We Try Harder, que ha sido sinónimo de la marca de alquiler de autos y uno de los ejemplos más emblemáticos de posicionamientos perdurables en el tiempo.

Para estos días, la compañía está lanzando una nueva campaña publicitaria con un nuevo slogan: It’s Your Space, creados por Leo Burnett, que apunta a comunicar a los viajeros de negocios que el espacio interior de los autos alquilados es donde pueden recargar las pilas o ser más productivos mientras están viajando.
El cambio pone fin a una tagline que fue creada por DDB, la legendaria agencia del legendario Bill Bernbach, nada menos que en 1962.
Nos esforzamos más (We Try Harder) fue el resultado de una estrategia en la que Avis buscaba renovar su imagen y reposicionarse frente a su principal competidor y líder de la categoría, Hertz.
El slogan fue escrito por la redactora Paula Green y se originó en la respuesta que Bill Bernbach obtuvo del management de la empresa cuando preguntó por qué una persona alquilaba un auto en esa compañía, siendo que era la Nº2: "La única diferencia real es que nos esforzamos más. Tenemos que hacerlo porque somos los segundos".

We Try Harder se convirtió entonces en una promesa que Avis le hacía a los consumidores acerca de la calidad de su servicio, además de una forma de elevar el status de la marca.
El concepto fue un enorme éxito para Avis: en sólo un año, la campaña revirtió la situación económica de la compañía, que pasó de perder 3.200 millones de dólares a ganar 1.200 millones por primera vez en 13 años. Tan exitosa fue que la revista Ad Age calificó a "Nos esforzamos más" como una de las 10 mejores campañas publicitarias de todos los tiempos.

Mientras las taglines y el posicionamiento de marcas vienen y van en pocos años, la duración de We Try Harder fue un caso único. Su desaparición es un signo del sello que quiere imponer en la compañía su nueva CMO, Jeannine Haas. Cuando se le preguntó por qué Avis estaba abandonando su dilatado posicionamiento, Haas dijo a la revista Ad Age: “Las marcas centradas en el consumidor deben siempre evolucionar para mantenerse a la par de las cambiantes necesidades y preferencias del público. Avis está evolucionando como una marca premium para estar a la altura de esas necesidades”. La nueva tagline, dijo Haas, “es reflejo de la actual misión de Avis de ser una compañía inclinada al consumidor y al servicio, y presenta a la marca en términos de la experiencia del consumidor y las ventajas inherentes a alquilar en Avis”.
Pero admitió que la duradera frase no está completamente extinta: “Creemos firmemente que después de casi cinco décadas, We Try Harder está plenamente insertada en el ADN de Avis, y define el espíritu que caracteriza a nuestros empleados de entregar un servicio superior”.

La campaña, que se lanza con tres comerciales en la TV norteamericana, busca posicionar claramente a la marca como la elección para los viajeros corporativos, por encima de los que la utilizan para sus vacaciones o viajes de placer.


La enseñanza que nos deja la historia de We try harder es, justamente, que para mantener un posicionamiento en el tiempo y sustentarlo en la práctica hay que trabajar duro.
En primer lugar, hay que concientizar e involucrar a todos los empleados de la compañía detrás del concepto. Y aquí está la brillantez. DDB insistió en que antes de que los anuncios fueran lanzados, los empleados de Avis debían creer esta afirmación y vivir conforme a ella, o cualquier dinero que se gastara detrás del "Nos esforzamos más" sería en vano.
Avis lo hizo. Luego de que ejecutivos de la empresa y de DDB recorrieran 300 ciudades para explicar a todos los colaboradores de Avis lo que iban a hacer con la comunicación, los empleados empezaron a lucir con orgullo botones con la frase "Nos esforzamos más".

Este esfuerzo de branding fue y sigue siendo un audaz ejemplo de una empresa que lanza toda su esencia detrás del concepto “la gente cree en la gente". Hoy, más que nunca, todo lo que realmente creemos acerca de una empresa u organización es lo que personalmente percibimos en sus acciones. Las organizaciones que en vez de hablar conversan con sus clientes, son las únicas marcas creíbles hoy en día. Pero esa conversación sólo funciona cuando está en línea con las expectativas de los clientes.

La segunda conclusión de este caso es que un posicionamiento adecuado debe mantenerse a lo largo del tiempo, a menos que se modifiquen significativamente algunas variables del producto o del mercado.
Otro célebre publicitario, David Ogilvy, decía al respecto que “cada anuncio debería considerarse como una contribución a la imagen de la marca. Por lo tanto, su publicidad debería proyectar constantemente la misma imagen año tras año…algo difícil de conseguir, ya que siempre existen presiones que tienden a cambiar la publicidad, tales como un cambio de agencia o un nuevo director de marketing que quiere dejar huella”.

La pregunta es: ¿Avis sigue siendo la número 2? Según Auto Rental News, en 2011 fue la marca número 3, detrás de Enterprise Holdings (Alamo, Enterprise, National), y Hertz. Según esa publicación, Avis tenía 285.000 autos en servicio el año pasado y alrededor de 5.200 locaciones en más de 165 países.
¿Logrará con el nuevo posicionamiento alcanzar el primer puesto? ¿o al menos recuperar el segundo?
La respuesta, como siempre, no la tiene sólo la publicidad.

Fuentes consultadas: Advertising Age y Adlatina

lunes, 27 de agosto de 2012

¿Debería reinventarse el marketing en la sociedad 2.0?



La conciencia ecológica, el buen uso de las redes sociales y el respeto a la privacidad de los consumidores son algunas de las cuestiones que se deberían tener en cuenta hoy para desarrollar estrategias de marketing.

En un contexto de recesión económica mundial, consumidores exigentes y cambios tecnológicos vertiginosos, los profesionales del sector publicitario consideran que el marketing debe desarrollar nuevas técnicas que le permitan reinvetarse y, como el ave Fénix, resurgir de las cenizas. Así lo revela una encuenta realizada por la Asociación Internacional de Agencias de Publicidad (IAA, por sus siglas en inglés). Según los datos relevados, un 56,1 por ciento de los encuestados asegura que para recrear el marketing es importante construir marcas que los consumidores asocien con un sentido. Asimismo, un 35,8 por ciento estima que las empresas deben transmitir mensajes que contengan valores que los clientes compartan. Y un 33,9 por ciento coincide en que es necesario acceder a una buena cantidad de información sobre el público, aunque sin menoscabar su derecho a la privacidad.

Según los datos relevados, un 56,1 por ciento de los encuestados asegura que para recrear el marketing es importante construir marcas que los consumidores asocien con un sentido. Asimismo, un 35,8 por ciento estima que las empresas deben transmitir mensajes que contengan valores que los clientes compartan. Y un 33,9 por ciento coincide en que es necesario acceder a una buena cantidad de información sobre el público, aunque sin menoscabar su derecho a la privacidad.

¿Qué significa construir marcas con sentido para los consumidores?
Implica conocerlos, saber cuáles son sus anhelos, metas y propósitos; qué les gusta hacer y con quienes disfrutan pasar su tiempo libre. De esta manera, si la empresa se dirige a los jóvenes de entre 15 y 29 años, por ejemplo, debe saber que la familia, los amigos y la educación son aspectos centrales para este grupo.

El mismo informe señala que cuatro de cada diez latinoamericanos encuestados admite ser consciente de la necesidad de cuidar al planeta, y que un 30% cree que las marcas deberían trabajar en ese sentido. Por eso, suelen consumir aquellas que actúen genuinamente en ese aspecto. De allí deriva que el respeto por el medio ambiente es uno de los valores que las empresas deben difundir y compartir con los consumidores. Toyota, Johnson & Johnson y Honda ocupan los primeros puestos en el ranking de marcas verdes globales, difundido hace un mes por Interbrand.

La sustentabilidad ha demostrado ser un aspecto estratégico y rentable del negocio, al tiempo que potencia los activos de la marca. Es fundamental que las percepciones de los consumidores sobre la marca estén fuertemente alineadas con su actual performance medioambiental. De no ser así, los esfuerzos de una marca en esta área podrían convertirse en activos subutilizados o sufrir acusaciones de greenwashing.

Las redes sociales, claves en la reinvención del marketing
Las redes sociales están superando día a día su número de usuarios. Twitter llegó a los 500 millones de miembros a nivel global, mientras que Facebook alcanza las 52 millones de cuentas. La fuerte presencia de las redes en la vida de las personas, las convierte en un espacio fértil para que las marcas desarrollen diversas estrategias de marketing.

De acuerdo con un reciente estudio de Millward Brown realizado en México, durante 2011 hubo un fortalecimiento de la relación entre las personas (sobre todo jóvenes) y las marcas. El 74% de los encuestados indicó haberse detenido a ver un anuncio en la web, el 68% dijo que se enteró de nuevos productos por haberlos visto anunciados en internet y un 52% consideró que las marcas que están en la web son más modernas.

Pero no todo es color de rosa en la red. Uno de los problemas que las empresas deben afrontar en el ciberespacio son las opiniones negativas posteadas por los usuarios sobre ellas. Esto le ocurrió a McDonald´s durante los últimas olimpíadas. La empresa realizó un gran número de acciones en las redes sociales, pero como su campaña ponía el acento en la exclusividad de la marca para vender sus productos en las sedes de los juegos, despertó un sentimiento negativo en el público y, como consecuencia, provocó una larga lista de tweets cuestionando el monopolio de la venta de alimentos en los estadios olímpicos.

Parecida situación vivió Vichy, cuando creó el blog de Claire: una chica supuestamente común y corriente, dispuesta a probar productos cosméticos y contar sus experiencias con ellos. La campaña fracasó rotundamente porque los internautas franceses se dieron cuenta de que se trataba de un fake blog (blog falso) y, rápidamente, inundaron la web de opiniones negativas sobre la empresa, que se vio obligada a retractarse y a incluir opiniones de verdaderos consumidores.
En nuestro país, todavía se recuerda la gaffe de Starbucks en relación a sus vasos de café.

Ante los posts negativos, las empresas pueden intervenir, admitir sus errores, hacer aclaraciones o simplemente ignorarlos. A veces, las empresas entran en pánico por los comentarios negativos, pero primero hay que examinar quién va a leer ese comentario y medir cuál será su influencia; a veces no merece la pena responderlos, porque la web es muy grande y algunos son invisibles.

Información versus privacidad
El uso de las redes sociales trae aparejada otra problemática: ¿cómo utilizar la información sin perjudicar la privacidad del público? Un 33, 9% de los publicitarios encuestados por la IAA, expresó que el manejo de la información es uno de los temas que el marketing debe tener en cuenta. Esto se debe a que muchas empresas están utilizando bancos de información para obtener un mejor entendimiento de sus consumidores, y de esta manera, alcanzar mayores ventas.

“La búsqueda de datos es la búsqueda de mejores comunicaciones”, dijo Dan Kohn, vicepresidente de marketing de la consultora Pitney Bowes, que recientemente condujo una encuesta a consumidores sobre sus sentimientos respecto a la recolección, por parte de empresas, de información personal.

El informe de Pitney Bows concluyó que los consumidores son conscientes de la relevancia de su información personal y que valoran su privacidad. Un tercio de los encuestados expresó no otorgar datos personales a ninguna clase de organización, pero la mayoría alegó estar dispuesta a hacerlo si eso les proporciona algún tipo de beneficio.

En la misma dirección, una encuesta de Eurobarómetro reportó que el 74% de los europeos piensa que proporcionar información personal es parte de la vida moderna. Aunque un 43 por ciento sostuvo que ha sido indagado más de lo necesario por este tipo de datos. Asimismo, un estudio del Colegio de Negocios de la Universidad de Illinois encontró que muchos clientes se irritan cuando reciben mails con información personalizada, que nada tiene que ver con el contenido del mensaje. En casos extremos, los consumidores ven como una amenaza el hecho de que las compañías cuenten con información sobre ellos.

La privacidad de los datos es un tema aún más delicado cuando involucra a niños. Esto quedó claramente expuesto en Estados Unidos, cuando una organización social acusó a diversas compañías de incentivar a los pequeños a realizar juegos relacionados con sus marcas proporcionando las direcciones de correo electrónico de sus amigos, sin el consentimiento de sus padres. 

Este escenario está ejerciendo una fuerte presión sobre los especialistas marketing y los obliga a una constante reflexión sobre sus propias prácticas.
El desafío es crear un nuevo modelo de marketing que se adapte a las nuevas necesidades y preferencias de los consumidores y a los cambios comunicacionales y conductuales generados por las redes sociales.

viernes, 17 de agosto de 2012

¿Quién no sueña con tener una marca olímpica?


Calma, esta nota no trata sobre deportes. Después de 15 días de seguir la transmisión en vivo de los Juegos Olímpicos de Londres, todos quedamos un poco saturados.
Lo que queremos rescatar aquí es un aspecto de este evento que tiene que ver con la comunicación, que es nuestro tema. Y más precisamente, con el diseño corporativo.
Quiero referirme hoy al símbolo que identifica a los Juegos Olímpicos, los archiconocidos 5 anillos entrelazados. ¿Por qué? Pues porque a mi modesto entender, para decirlo en términos de “marca”, ese símbolo tiene un valor que muchas empresas quisieran tener en sus activos.
Más allá del gran negocio en que se han transformado unos juegos cada vez más profesionalizados, estos 5 anillos siguen representando, en el imaginario colectivo, los valores del deporte, la sana competencia y la unión entre los pueblos que quisieron conferirle a las Olimpíadas los antiguos griegos.
Proyectando esto al plano de la identidad corporativa, intentaremos demostrar que este símbolo posee todos los atributos de diseño, normalización, eficacia comunicacional y perdurabilidad a los que aspira cualquier empresa u organización para definir su propia identidad.

Cuando lo importante era sólo competir

La historia se remonta a 1913, cuando el barón Pierre de Coubertin anunció en la Revue Olympique el símbolo que sería usado para el Congreso Olímpico de París de 1914, en el que se celebraría el vigésimo aniversario de la restauración de los juegos: cinco aros entrelazados de colores azul, negro, rojo, amarillo y verde sobre fondo blanco, que desde entonces identifican universalmente a los Juegos Olímpicos.
El emblema fue adoptado oficialmente en el citado congreso y estrenado en los juegos de Amberes de 1920. Hay varias teorías sobre su significado, pero contrariamente a lo que se cree, el color de cada anillo no corresponde a cada uno de los continentes, sino que esos cinco colores se eligieron porque están presentes en las banderas de todas las naciones del mundo.
El historiador Robert Barney asegura que la idea del barón de Coubertin proviene de la figura de dos anillos entrelazados, que era el emblema de la Unión Francesa de Sociedades de Deportes Atléticos, pero también de las ideas del psicoanalista suizo Carl Gustav Jung, para quien el círculo representaba a la continuidad y al ser humano.
Con más de 80 años a cuestas y sin modificaciones sustanciales en su diseño original, los anillos olímpicos han llegado a constituirse en lo que hoy llamaríamos una auténtica “marca global”, cuyos valores y significados son inmediatamente comprendidos por todo el mundo. Incluso su empleo está estrictamente regulado por el Comité Olímpico Internacional, mediante un tratado suscripto en 1981, que podría homologarse al Manual de Uso de la identidad corporativa de cualquier empresa comercial.
Si continuamos con las analogías, vemos que los Juegos también tienen su slogan: “Citius, Altius, Fortius”, que significa “más rápido, más alto y más fuerte”; una invitación a la superación, en sintonía con el espíritu olímpico, que curiosamente no fue creado por un griego, sino por el dominico francés Pierre Didon.

Del estadio al mercado

Ahora bien, ¿por qué decimos que el símbolo olímpico puede ser tomado como paradigma por todas aquellas empresas u organizaciones que desean diseñar o aggiornar su identidad visual?
Simple: porque cumple con las principales pautas a las que responden las marcas más exitosas, a saber:

Valor simbólico:
El sistema de signos elegido refleja los valores de la marca, pues posee denotaciones y connotaciones positivas y fácilmente decodificables por el receptor.
Recordemos que se llama denotación al significado objetivo, el que todos pueden entender; y connotación al significado subjetivo, es decir, el que le da cada persona a una cosa. Para entenderlo mejor, tomemos por ejemplo la palabra amanecer. Objetivamente, es el momento del día que corresponde a la salida del sol; pero la misma palabra connota otras significaciones subjetivas, como esperanza, comienzo de una nueva etapa, etc.

Pregnancia:
Es la medida de la fuerza con que una forma logra captar la atención del que la mira. Cuanto más simples son las formas, mayor es el nivel de impacto.

Cromatismo:
Está comprobado que los colores provocan efectos en los individuos, que van desde reacciones psicológicas hasta físicas. Todos sabemos que hay colores que atraen y otros que rechazan, colores que transmiten pasión o serenidad, tristeza o alegría. Sin adentrarnos en los vericuetos de la Psicología del Color, podemos decir que la marca analizada, al utilizar una gama cromática basada en colores primarios y puros, resulta adecuada a los fines que persigue.

Memorabilidad:
Es la recordación que se logra por la difusión de una marca a través de la publicidad o cualquier otra forma de comunicación. Esta suerte de notoriedad sería el único factor que no depende exclusivamente del diseño, aunque la cualidad asociativa de una marca es un poderoso instrumento mnemotécnico. La originalidad temática y formal, el valor simbólico y el impacto visual y emocional contribuyen a una constante reimpregnación de la marca en la memoria colectiva.

Sustentabilidad o permanencia:
Este es un punto clave. Porque si bien muchas empresas actualizan periódicamente el diseño de sus marcas, lo ideal es partir de un diseño lo más atemporal posible, que no esté condicionado por las modas y no se torne rápidamente obsoleto. Tengamos en cuenta que imponer un diseño de marca lleva muchos años… y mucho dinero.

A sus marcas…

Es muy probable que el barón de Coubertin no tuviera demasiado conocimiento de todo esto al pergeñar su diseño. Cabe más bien pensar que fue un extraordinario intuitivo; un amateur, para decirlo en consonancia con el espíritu olímpico que profesaba. Pero en nuestros días, cuando una empresa -por grande o pequeña que sea- está obligada a desenvolverse en mercados cada vez más competitivos y globalizados, está claro que la generación de una marca no es una cuestión de amateurs ni puede dejarse librada a la intuición. Existen profesionales del diseño gráfico que, trabajando en estudios o agencias de publicidad, poseen el bagaje de conocimientos que se necesita para hacer eficaz a una marca.
En los mercados, lo importante no es sólo competir, sino ganar. Un desarrollo de marca exitoso se logra combinando el talento de especialistas con una clara visión a largo plazo y una estrategia que defina los valores que esa marca pretende expresar.
Actualmente, la importancia estratégica de las marcas es tal, que ya son consideradas como un activo más entre los bienes de cualquier empresa. Tanto, que hasta se publica anualmente un ranking que refleja el valor de las principales marcas globales: el Brandz Top 100.
Todo eso ha llevado a la aparición de una nueva especialización, que se define como el proceso de creación y gestión de marcas: el branding. Pero eso ya es tema para otra nota.

martes, 7 de agosto de 2012

Cuando la letra es chica, la desconfianza es grande.


Hace un tiempo me viene llamando la atención la profusión de avisos que parecen ignorar, en su contenido, uno de los pilares básicos de todo brief publicitario: la promesa, la famosa “reason why”. Es decir, ese argumento que hace que un consumidor potencial se interese en lo que le ofrecen y decida adquirirlo.
Alguno me dirá que los productos y servicios están cada vez más “comoditizados”, que ya no ofrecen una ventaja diferencial sobre la competencia. Pero me pregunto: ¿es esto inmodificable?
¿No será que los gerentes de marketing prefieren transferirle esa responsabilidad a los publicitarios?
Acepto -y sostengo- que la publicidad puede (y debe) encontrarle un diferencial al producto que lo haga más atractivo, pero siempre desde las posibilidades que brinda la comunicación.
Pero esa tarea se vería notablemente facilitada si todos los involucrados en la creación y gestión de una marca (incluyendo al área de desarrollo), se esforzaran por crear productos o servicios con una clara ventaja competitiva. Cuanto más creativo sea el producto, más fácil será comunicarlo creativamente. Porque la publicidad no hace magia.

Este comercial de Chevrolet de McCann Colombia es un buen ejemplo. La ventaja está allí, en primer plano. Parafraseando a David Ogilvy: si tiene una noticia que dar, no la esconda. 


Por el contrario, estamos viendo cada vez más avisos de gráfica donde ni siquiera se molestan en poner un texto. Para enterarse de lo que ofrecen, hay que visitar una página web, o seguir a la marca en Facebook o Twitter. Cuidado: cuanto más esfuerzo le pidamos al consumidor, menos podremos contar con él. Es sabido: todos nos regimos por la ley del menor esfuerzo.
También hay avisos donde la promesa existe, pero para saber a ciencia cierta qué es realmente lo que ofrecen, hay que calzarse los anteojos “para ver de cerca” y zambullirse en los vericuetos de la famosa “letra chica”. Y ahí es donde aparecen las contraindicaciones, como en el prospecto de un medicamento.
Me refiero concretamente a las campañas de algunas empresas de telefonía celular y provisión de servicios de Internet, donde la idea puede ser a veces original o impactante, pero al incursionar en la letra chica, nos enteramos
con desazón que los quichicientos megas de banda ancha que nos ofrecen sólo se pueden utilizar durante la madrugada; o que para aprovechar la oferta hay que adherirse al Débito Automático durante un lustro; o que, lamentablemente, el servicio sólo está disponible en el barrio de Caballito y exclusivamente para nuevos usuarios, que puede no ser nuestro caso.
Para consuelo de quien esto escribe, hace poco descubrí que hay más gente preocupada por el tema.
En el blog Marcas registradas se da cuenta, bajo el título “La letra chica, al banquillo”, de un caso que podria “…traer un poco de justicia en función de un flagelo que ataca sin cesar a los consumidores de todo el mundo: la letra chica.”
La noticia, concretamente, es que la Advertising Standards Authority (ASA),
entidad que se ocupa de regular los contenidos publicitarios en el Reino Unido,
prohibió un aviso de la empresa Virgin Media, publicado en algunos diarios británicos promocionando su servicio de banda ancha de 30 MB, impulsada por algunas quejas de los consumidores sobre el tamaño excesivamente pequeño del texto legal.

Este es el aviso en cuestión, con la parte inferior destacada en rojo, para que observen el texto que originó las denuncias y motivó el pedido de la ASA de retirarlo de circulación:



Virgin se defendió alegando que utilizaron un tamaño de letra de 5.5 y 6 puntos, “claramente visible para una persona de visión normal” que está -siempre según Virgin- por encima del promedio del tamaño que suele utilizarse en este tipo de textos legales, casi siempre de 4.5 puntos.

ASA desconoció la defensa de Virgin y reiteró que el tamaño del texto, sumado a la mediana calidad de impresión, no es “claramente visible para una persona de visión normal que lee la comunicación una vez, a una distancia razonable y a una velocidad razonable”.

En 2010, a raíz de las quejas de los consumidores que dicen que los anuncios de banda ancha no reflejan la velocidad real del servicio recibido, la ASA solicitó al Committee of Advertising Practice (CAP) que examinara los reclamos sobre los anuncios de ese sector, lo que dio lugar a la publicación de una nueva guía que entró en vigor el 1 de abril de 2012. La guía está diseñada para ofrecer a los anunciantes una mayor claridad sobre la forma de hacer publicidad de sus servicios y, sobre todo, para evitar que los consumidores sean inducidos a error.

Blog Marcas registradas:


Advertising Standards Authority:




Committee of Advertising Practice: 

http://www.cap.org.uk/The-Codes/BCAP-Code.aspxhttp://www.cap.org.uk/The-Codes/BCAP-Code.aspxhttp://www.cap.org.uk/The-Codes/BCAP-Code.aspxhttp://www.cap.org.uk/The-Codes/BCAP-Code.aspx