viernes, 8 de junio de 2012

El creativo que sabe cómo llegar a la gente


A mediados de este año, su nombre saltó a los medios asociado a un spot oficial que levantó polvareda: el de la famosa frase “Para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino”.

Pero de eso ya se ha hablado bastante. Quizás demasiado. Aquí preferimos rescatar al Martín Mercado de siempre, no al de los 15 minutos de fama. El del recordado spot "Para todos", de Coca Cola, que se convirtió en ícono de una época, fue traducido a más de 20 idiomas, se proyectó en más de 40 países y ganó el Gran Ojo Cine/TV 2002. Por trabajos como ese, el director general creativo de Y&R Argentina es hoy uno de los referentes de la publicidad argentina, seguramente por su capacidad de lograr mensajes que saben impactar a nivel popular. Nos parece interesante repasar algunos de sus pensamientos, vertidos en sendas entrevistas con Adlatina Magazine y Latispots Magazine.

-¿Cómo se trabaja para mantener un estándar de piezas creativas que lleguen a la gente?
-Lo que hay que renovar es la manera de decir las cosas, la forma. El
género humano es siempre el mismo y las inquietudes pasan por las mismas cuestiones. En todo caso, el desafío es no repetirse con mensajes anteriores o no aburrir con los recursos. Eso es el principal reto.

-¿Qué es ser creativo?
-La vida está llena de gente creativa. Todo el mundo aplica la creatividad en lo que hace. Después, trabajar de creativo hoy es mucho más atractivo que hace algunos años, por lo menos de lo que yo me acuerdo. Antes había que estar en el lugar indicado con posibilidades y oportunidades para poder sacar algo. Hoy es mucho más fácil para alguien que se le ocurre una idea poder realizarla, por un montón de factores como Internet, que permiten estar conectados con todo el mundo. Hoy uno puede decir algo a través de un video, sólo con tener una camarita y ganas de hacerlo, y si eso es bueno lo ven millones de personas. Adentro de una agencia pasa lo mismo. Hay muchos más canales, más posibilidades, pero también está el problema de que se hacen muchas cosas a la vez. Además, la gente en general es más exigente, hay más especificidad en las miradas. Por eso, el desafío para los que trabajamos en comunicación es mucho más grande.

-¿Qué lo inspira?
-Lo que me atrae es poder comunicar y decirle a la gente cosas de una manera entretenida y relevante. Todo inspira. La vida, lo que a uno le va pasando como persona hasta lo que le pasa a la sociedad o al círculo familiar. También depende de lo que haya que comunicar. Está la marca, que es lo central, porque es quien nos contrata para decir algo. Pero a partir de las vivencias está lo que uno puede aportar. Todo lo que nos pasa nos da más información para poder transmitir lo que hay que decir de una forma más relevante. El tema es saber tomarlo y poder traducirlo después. Hay gente que dice que piensa en la ducha o en algún otro lugar. En realidad, alguien a quien le gusta esto piensa todo el tiempo, de manera latente u obvia, cuando uno se pone con una hoja porque hay que entregar algo, pero la mente está encendida todo el tiempo. Sí creo en la energía de los lugares, y en los lugares donde uno se siente cómodo.

-¿Cómo ve a la publicidad en la Argentina?
-Creo que este es lejos el mejor país de la región en creatividad. Hay muchas agencias muy buenas, cada una con su perfil y persiguiendo sus metas. No sé cuántos países tienen diez agencias buenas, y este las tiene. Siempre se puede mejorar el tema de los presupuestos, los tiempos, pero la verdad es que eso es lo que nos toca y lo que muchas veces nos hizo fuertes: arreglarnos con lo que hay.
Hace algunos años muchos países de la región empezaron a ganar un montón de premios, pero eso es humo. No es políticamente correcto decirlo, pero están a años luz de la publicidad argentina, porque en este país se hacen laburos en serio, con estrategias en serio y presiones en serio. Acostumbrarse a hacer diez avisos truchos para encabezar una lista de premios no genera una evolución en la comunicación. Si no hay receptores, todo se convierte en sanata, porque trabajamos con marcas de verdad, marcas relevantes que necesitan resultados; no son fantasmas donde te podés ocupar de ver qué pasa con un chiste en un festival.

- Se dice que la comunicación de su agencia tiene un estilo muy popular…
Sí, por supuesto. Crear campañas populares es una característica histórica de la agencia. Creemos en eso, y desde mi trabajo trato de interpretar lo que las marcas necesitan. Podemos discutir también lo que es popular. A mí me gusta Fontanarrosa, no Tinelli. Lo popular tiene sus aristas. Yo no le tengo miedo a lo popular. La verdad es que a mí, a esta altura de mi carrera, las cosas que me mueven la aguja son aquellas que provocan algo especial.

- ¿Suele hacer el ejercicio de ponerse del lado del consumidor?
Es que los creativos somos consumidores, como todo el mundo. Que laburemos en este negocio es una parte de nuestra vida. No hace falta ser un ama de casa para ponerse en el lugar de un ama de casa, ni ser un asesino para ponerse en su lugar, como un actor no necesita matar a alguien para meterse en el personaje. Tiene que ver con la sensibilidad de poder captar lo que le pasa al otro y saber que uno no es una persona que labura en una agencia de publicidad, uno es una persona.

- ¿Hay en estándar de consumidor argentino?
Más que del consumidor argentino, yo creo que existe un estándar de argentino. El argentino es muy cínico, muy irónico, muy crítico. También muy talentoso. No es que los publicitarios argentinos sean talentosos, sino el argentino en sí. Tiene los problemas que tiene en equipo, por eso nos pasó muchas veces lo que nos pasó. Pero creo que así es el argentino, no el consumidor argentino. Después, se traduce en cómo consumimos.

Fuentes consultadas:
http://www.latinspots.com/site/sp/nota/detalle/26693/detalle